Considerando que muchos aún se niegan a reconocer la triste y dura realidad (a pesar de las contundentes evidencias), solo queda insistir y persistir, aunque ya casi sin esperanzas, como aquel que predica en medio del desierto, sabiendo que las posibilidades de ser escuchado son casi nulas. En realidad, lo que piense y haga cada uno, me importa un rábano, pero en los hechos, todo aquel que aún tenga un poco de sentido común y ame a su país, sabe que está obligado a seguir propagando la verdad, ya que la fuerza de la ignorancia y la estupidez compulsiva de la mayoría es la que al final nos arrastra hacia el abismo a todos. Además, y que quede claro: los pocos que no hemos callado-ni votado-preferimos morir de pie, antes que vivir de rodillas, sometidos por una masa de ignorantes sin rumbo.

Y como el saqueo que lleva adelante este gobierno de ocupación anglosionista continúa en marcha, es preciso utilizar todas las vías posibles para denunciarlo, simplemente porque hoy más que nunca, callar-y votar-implica ser cómplice y partícipe necesario de la desintegración total del país, sin atenuantes.

El desquiciado que porta peluquín no negó en su momento que ordenó el envío de las reservas de oro al exterior, aunque nunca precisó en qué cantidad, hacia qué destino y con qué propósito. Antes de convertirse en presidente, ese mismo personaje desquiciado afirmó en un programa televisivo conducido por Alejandro Fantino: «yo soy judío y voy a liberar al pueblo judío desde este lugar». Durante la campaña presidencial, incluso se atrevió a ondear la bandera israelí en la ciudad de Rosario, frente al mismísimo monumento a la Bandera. ¿A quién habrá ayudado entonces con el envío de ese oro? Israel está en guerra con sus vecinos ahora mismo. Piensa mal y acertarás. Más aún si se considera que en los tiempos que corren, ningún país opta por deshacerse de su oro, sino que más bien lo acumula, en previsión de un desastre financiero global.

Pero no se trata solamente del misterioso destino del oro del Banco Central. Desde hace unos siete meses, gracias a Toto Caputo y a un vacío legal, la Barrick Gold ya no paga retenciones por el oro que exporta, el cual extrae de la provincia de San Juan, concretamente de la mina Veladero, situada en plena cordillera de los Andes. La citada minera canadiense, que se dedica a la extracción de oro a cielo abierto, con todo lo que eso implica, por ejemplo, el envenenamiento del suelo con cianuro, no interrumpió en ningún momento sus exportaciones, gracias a que uno de sus asesores legales es Sergio Arbeleche, que redactó el mega DNU y la Ley Bases. Es decir, se trata de un personaje muy cercano al gobierno «libertario», sobre todo al inefable Toto Caputo, lo que permite a la Barrick moverse con total libertad de acción. Por citar un ejemplo: nadie controla el pesaje de lo exportado ni de lo importado, ya que solo se confía en una declaración jurada, lo que genera maniobras de subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones, con ganancias no especificadas para la minera canadiense, con oro argentino. Con ese panorama favorable a la compañía, se acaba de extender la vida útil de la citada mina sanjuanina, hasta el 2031. Para el gobierno, los intereses del país no importan, tampoco el de los pobladores de Iglesia, en San Juan, donde se encuentra la mina, afectados por la contaminación de su suelo con cianuro. Mientras tanto, en tiempos de la consolidación del saqueo del país, que viva la libertad, la democracia y el Estado de Derecho… ¡Carajo!