Por Oscar Martín

 

Mientras el gobierno nacional aprovecha la ocasión para victimizarse ante una supuesta y extraña amenaza narco, los jubilados de todo el país acaban de recibir un nuevo golpe de parte de ese mismo gobierno, el cual, sin ninguna amenaza previa, procedió a recortarles el beneficio de los medicamentos «gratis», dejando en claro que el único sector que mantendrá ese beneficio será aquel que perciba un haber mínimo y medio, es decir, unos míseros 400 mil pesos, previa realización de un nuevo trámite burocrático.

Mientras la mayoría de los argentinos está siendo empujada a la reducción drástica del consumo de carne (en el país de la carne), y acaba de oficializarse  el nuevo aumento en las tarifas de luz, con una suba del 2% a partir del 1 de diciembre, el gobierno de Javier Gerardo Milei se empeña en quebrantar otra de sus principales promesas de campaña: la toma de más deuda, y solo en el pasado mes de octubre, la administración «libertaria» acumuló más de 2000 millones de dólares en deuda, alcanzando un monto global que ya supera los 460 mil millones de dólares (según los cálculos más optimistas), siempre de la mano del inefable Luis Caputo, alias «el endeudador serial» (que sigue actuando con absoluta libertad, como en tiempos de Mauricio Macri). A propósito de quebrantar promesas se campaña: Javier Gerardo Milei no solo cerró la empresa Ciccone, encargada en otros tiempos de imprimir moneda, sino que, paralelamente, autorizó a la empresa china China Banknote Printing and Minting Corporation (CBPMC) a emitir de ahora en más los billetes argentinos, cerrando otro acuerdo con el comunismo chino, luego de aclarar que él no haría negocios con comunistas. De modo que es el Partido Comunista Chino quien se encarga de imprimir los billetes de Juan Bautista Alberdi.

La verdadera amenaza (que quede claro) proviene del gobierno que por estas horas ejerce un desquiciado llamado Javier Gerardo Milei, que además de llevar a cabo el desguace de lo que queda de Argentina, destruyéndola desde adentro, por si fuera poco, y mediante explícitas relaciones carnales con el globalismo sionista usurero, ha puesto al país en la primera línea de fuego en caso de que estalle una guerra nuclear de consecuencias imprevisibles.

Lo otro (incluyendo la supuesta amenaza narco) solo forma parte de las cortinas de humo ejecutadas habitualmente por los gobiernos mediocres, que recurren a este tipo de espectáculos circenses en un esfuerzo desesperado por mantenerse en el poder, cuyos payasos son aprovechados para entretener a la población y así ganar más tiempo, en este caso, tratando de que los argentinos continúen durmiendo plácidamente sin percatarse de las dos amenazas que penden sobre sus cabezas: el gobierno y el sistema que lo ampara.

A modo de cierre, dejo un poema propicio:

El pueblo duerme en silencio,

no grites, no se despierte,

que mientras duerme, callado,

otros deciden su suerte.

 

El pueblo duerme en silencio, 

está tranquilo y caliente, 

mientras le sonríe el lobo, 

mientras le llega su muerte.

 

El pueblo duerme en silencio,

ignorando que es más fuerte, 

mientras seres despreciables 

su alma y corazón pervierte.

 

El pueblo está dormido,

no llega a despertar.

El miedo y la miseria 

lo doman sin piedad, 

sus huesos ya cansados, 

sus espaldas rendidas, 

sus almas ya vencidas,

las voces silenciadas.

 

El pueblo está muy dormido,

ya no quiere despertar, 

le pesa plena la culpa

de no querer levantar.

DORIO DE GADEX