COLUMNA

GUERRAS Y RUMORES DE GUERRAS considerando la aprobación del nuevo protocolo de defensa ruso, que incluiría a nuestro país como aliado de la OTAN y por tanto, como uno de los blancos de las represalias rusas. Por Oscar Martín

 

Por Oscar Martín

 

Luego de que Joe Biden diera luz verde a Ucrania para utilizar sus misiles de largo alcance sobre territorio ruso, Vladimir Putin decidió introducir cambios en la doctrina nuclear de la Federación Rusa, modificando su protocolo de reacción, lo que facultaría a su país a recurrir al empleo de armas nucleares en caso de ser atacado, incluso si ese ataque sobre territorio ruso se llevase a cabo con armamento convencional. Según el medio ruso Sputnik, la doctrina revisada contempla la ampliación del número de amenazas militares que Rusia considerará a partir de ahora como posibles blancos (como represalia en caso de ser atacada), incluyendo, claro está, a Estados Unidos y sus aliados.

Las nuevas directrices pasan a formar parte de la política de disuasión nuclear de Rusia, según el texto que acaba de ser aprobado por Putin, que considera a las armas nucleares como medios para garantizar la soberanía y la seguridad territorial del país.

Mientras tanto, Suecia y Finlandia ya preparan a sus ciudadanos para una potencial guerra, asegurando que «la situación de seguridad es grave». Ambos países decidieron abandonar su tradicional neutralidad militar uniéndose a la OTAN luego del inicio de las hostilidades entre Moscú y Kiev. El gobierno sueco comenzó a distribuir panfletos entre la población el lunes pasado, mientras que Finlandia hizo lo propio lanzando un sitio web que incluye consejos útiles en caso de conflicto.

En tanto, en los últimos meses, a raíz de la torpe decisión de Javier Milei de romper con la histórica neutralidad del país, Argentina se ha alineado fuertemente al bloque occidental, situación que nos coloca en una posición muy delicada frente a este escenario de posible conflicto nuclear, considerando la aprobación del nuevo protocolo de defensa ruso, que incluiría a nuestro país como aliado de la OTAN y por tanto, como uno de los blancos de las represalias rusas.

Se viven horas tensas en el mundo, y aunque la sangre no llegue al río y en definitiva solo se trate de simples rumores de guerra, lo cierto es que una vez más la ineptitud de un gobierno (en este caso, la ineptitud de un desquiciado como Javier Milei) termina colgando una espada de Damocles sobre el pueblo argentino.

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