UNA MENTIRA DICHA MIL VECES SIGUE SIENDO MENTIRA. Por Juan Carlos Magliano.
Se le atribuye a Joseph Goebbels, el propagandista por excelencia de Adolf Hitler, la frase “Una mentira mil veces dicha, se convierte en una gran verdad”.

El más grande y respetado líder de la libertad mundial estuvo presente en la asunción de Donald Trump, e hizo uso de la palabra explicándole a la humanidad toda las ventajas de ser libertario, aportando datos cuando menos dudosos y estupideces manifiestas pero dichas con una convicción digna de admiración.
Una de esas memorables estupideces fue “Nuestra lucha es contra el socialismo y que Argentina vivió en el colectivismo los últimos 100 años, llevando el país a la ruina”.
Como el conversador con perros muertos es economista, lo cual supone un manejo de los datos matemáticos por encima de la media, se debería tomar el año 1925 como el inicio del “colectivismo socialista en Argentina”. Lo que sería en la época de Alvear, dejando de lado el primer período de Hipólito Yrigoyen. Seguramente cuando armó el discurso dijo 100 años de manera genérica para redondear un número y graficar que son muchos años, por lo cual (además lo explicó en numerosas oportunidades) también incluye a Yrigoyen entre los colectivistas empobrecedores.
Que el sistema político y social que detesta (el colectivismo socialista) haya empezado en Argentina justo cuando el voto se volvió más o menos universal (recordemos que las mujeres no votaban) debe ser una casualidad. Aunque cada vez que se le pregunta si cree en la democracia empieza a hablar del Teorema de Arrows, para no reconocer que no cree en la democracia, y que le parece lamentable ese sistema.
Pero más allá de esas posiciones de filosofía política que dan sustento a gran parte de los desvaríos teóricos, veamos la frase “Una mentira mil veces dicha, se convierte en una gran verdad”.
Lo del colectivismo socialista de Argentina de hace de más de 100 años en Argentina, nos convertiría en pioneros en la materia de impulsar el comunismo en el mundo, cosa que creo que debería ser reconocida por el resto de las naciones.
Habríamos iniciado el comunismo antes que Rusia (1917), China (después de la segunda guerra mundial), Corea del Norte (1945), Vietnam (se unificaron las dos Vietnam como sistema socialista en 1975), Cuba (1959. Pongamos esa fecha cuando ganan las fuerzas de Fidel Castro). Todos los países europeos que pasaron pajo la órbita de la ex URSS tras la segunda guerra mundial, y muchos otros ejemplos.
El problema no es si estás de acuerdo con el sistema socialista (las bestias libertarias no distinguen socialismo de comunismo, de progresismo, de socialismo democrático, de trotskismo, etc. Para ellos es todo lo mismo) porque eso está dentro de las reglas del juego de elegir lo que más te convence.
El problema es mentir de manera permanente intentando que esa frase de Joseph Goebbels “Una mentira mil veces dicha, se convierte en una gran verdad”.
Y un montón de ignorantes (no es un calificativo denigrante, todos ignoramos sobre un montón de temas) escuchan esa estupidez monumental y la creen.
Pero una mentira dicha mil veces no se convierte en una gran verdad, sigue siendo una gran mentira, que los ignorantes adoptan como una gran verdad.
Ahora espero los comentarios atinentes respecto a que todos mintieron hasta el hartazgo porque, ya se sabe, nada es más conveniente para demostrar nuestra falta de valores e hipocresía, que justificar lo que está mal, aduciendo que “nuestro enemigo” es peor.
