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¿CÓMO SERÁ LA PSICOLOGÍA DE UN PUEBLO A QUIEN GOBIERNA UN CHIFLADO?

 

«Los pueblos débiles y flojos, sin voluntad y sin conciencia, son los que se complacen en ser mal gobernados»

                                                       JACINTO BENAVENTE

«En el país de los ciegos, el tuerto es rey», es una expresión muy popular. Algunos sostienen que se originó en tiempos del imperio romano, aunque la expresión puede ser tan antigua que su origen se pierde en la noche de los tiempos. Quien quiera que la haya concebido, sin dudas hacía referencia a un país en donde la inmensa mayoría de la población carece de ciertas habilidades o conocimientos, y en tal caso, cualquiera que posea un conocimiento o una habilidad apenas superior (aunque más no sea la habilidad de mentir y engañar con astucia, como en el caso que nos ocupa), se convierte inmediatamente en su líder.

Argentina lleva cuarenta años sumida en el mismo trance, es decir, siendo engañada y estafada por sucesivos gobiernos, y parece ser que su «ceguera» es ya irreversible, pues continúa dando tropiezos y cayendo en el mismo lugar. Sin embargo, siguiendo el hilo de aquella antigua expresión, ser gobernado por un tuerto no constituiría una tragedia, suponiendo que el mismo pudiera poseer una gran inteligencia. Pero ser gobernado por un sujeto cuyo nivel de chifladura es harto notoria, y que además ha sido convalidado por la masa, es el acabóse.

La lista de expresiones delirantes pronunciadas por Javier Milei (reitero, presidente convalidado por la masa), y que acaban confirmando su chifladura, es extensa. Por si acaso, mencionaré una de ellas, la más reciente. Ocurrió durante la Gala Anual de la Fundación Endeavor. Allí, haciendo gala de su habitual capacidad para mentir al pueblo argentino sin ruborizarse, sostuvo: «Aparecieron los que se preocupan por la pobreza (¿a él no le preocupa?), pero como no la estamos haciendo crecer, se están quedando sin clientes. Necesitan vivir de ellos, agregó. Y en el colmo del delirio, afirmó: «Después de que la sinceramos, ya está por debajo del 50%, la bajamos 8 puntos y a la casta tampoco le gusta», remató, envalentonado por el dato que se conoció este martes, donde la inflación del mes de octubre (dibujada a placer por el INDEC, como siempre), no superó el 2,7%.

No agregaré nada más. No es necesario. La realidad socio económica y los dichos de quien encabeza el Poder Ejecutivo Nacional, a lo que habrá que sumar la nula reacción de los argentinos, hablan por sí mismos. Solo reforzaré el planteo que sirve de título a esta columna: si en el país de los ciegos el tuerto es rey, ¿cómo será la psicología de un pueblo a quien gobierna un chiflado?

 

Lic. Rodolfo Oscar Martín

 

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