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EL DIA QUE MISIONES RENACIO. Por Luis Federico Solé Masés. Vivimos el hoy, sin comprender que las claves de cómo será nuestro futuro próximo están, contradictoriamente, en el ayer

Senador Rafael Igarzabal, impulsor de la recreación de Misiones como Provincia

 

En Julio de 1881 ingresa al Senado de la Nación el proyecto de ley para recrear la Provincia de Misiones. Hacen ya 143 años de ese momento. Misiones fue arrasada, desmembrada por los invasores, su población extrañada, desaparecida políticamente y loteada luego de los brutales sucesos de la etapa revolucionaria, que tuvo al General Confederado Andrés Guacurari y Artigas como figura consular.

La idea de la recreación Misionera no era nueva. Pero el proyecto de constitución de Nación del entonces Presidente Julio A. Roca, la tornaba no solo urgente, sino también estratégica. Los correntinos, quienes la usurparon en parte después de la guerra con el Brasil, sabían que era inexorable. En consecuencia se “privatizaron” los terrenos de Misiones, recibiendo (de ellos mismo), como pago, bonos de guerra que no eran más que papeles mal pintados. También, y a manera de reivindicación en 1879, se apresuraron en rebautizar el poblado de Trincheras de San José, con el nombre de “Posadas”: nefasto personaje, infausto nombre.

El proyecto inicialmente restituía el límite sur este de Misiones en el Rio Mirinay (actual Monte Caseros, cercanía de Entre Ríos), luego se corrió hasta el Rio Aguapey y pronto se corrió una vez más al norte, hasta llegar al Chimiray. El senado avanzó en la recreación de Misiones, con la oposición tenaz del senador Carlos Pellegrini (poco tiempo más tarde Presidente de la Nación), el cual fuera homenajeado en vida, con una calle en el centro Correntino. Pero no se asombren, acá en Misiones también es igualmente homenajeado con calles y avenidas, y el manto de ignorancia supina y estupidez que nos cobija todo lo puede e indulta.

Pero el objeto de este ensayo no es bucear en ese momento de la historia, sino barrenar livianamente en la superficie del mismo. Curiosamente el lugar de nacimiento de José de San Martin, el santo de la espada, fue el argumento que se sostuvo como central de uno y otro lado, por los senadores opinantes.

Nadie mencionó el paroxismo e inmolación del Pueblo Misionero luchando contra el Imperio portugués, los porteñistas correntinos y el Paraguay del Dictador Francia. También omitieron en el Senado decir de Misiones y su desarrollo de dos siglos como Nación. Pero avancemos.

Veamos, e imaginemos escuchar, lo que se decía a finales de 1881 en el Senado de la Nación: Senador Carlos Pellegrini (dixit) “Corrientes, señor Presidente, ha dado a la República Argentina un gran hombre, nacido en este mismo territorio de Misiones que ahora se quiere arrebatar, ha dado un gran hombre a quien hemos levantado una tumba suntuosa en la Catedral de Buenos Aires, pero la cuna de San Martin yace abandonada en el pueblo de Yapeyú y jamás el Pueblo Argentino se ha dignado a cortar la hierba que la cubre. Señor Presidente, si el recuerdo de este gran hombre, si los méritos que ha contraído con la Patria, se merece que se le preste alguna consideración a la tierra de su nacimiento, yo lo invoco en este momento para pedir al Senado que no le quite a Corrientes lo que le pertenece”.

El Senador por San Juan Rafael Igarzabal (1843-1900 Político, Escritor y Editor) lo interrumpe y desmiente la tesis de Pellegrini con la frase “Si el ilustre San Martín, pudiera hablar para pedir algo al Congreso de la Nación Argentina, seria precisamente que restableciera la Provincia de Misiones donde él nació, porque no es cierto que haya nacido en territorio de Corrientes, sino en lo que fue, y no es hoy, provincia de Misiones”.

Rápido de reflejos el senador correntino Gelabert, pide un cuarto intermedio en la sesión y traslada las negociaciones de los límites a una discreta oficina. Finalmente se aplica la salida salomónica y el proyecto empuja hacia el norte el límite Sur Este de la nueva Provincia. Pellegini mágicamente se calma y con paquete y moño lo despachan a la Cámara de Diputados, el cual lo aprueba el 22 de Diciembre de 1881.
Claro queda, que antes como ahora, decir la verdad en realidad a nadie le interesaba gran cosa. Finalmente, para los “padres de la Patria” de 1881 San Martín si nació en Misiones (¿o no?), pero era bueno no sacarle tanta tierra a los correntinos que verían afectadas sus rentas fiscales. En definida, demasiado no ha cambiado con los siglos, nuestra bendita política Argentina.


Por estos pagos, de Igarzabal nadie sabe nada y tampoco tiene alguna calle o pasaje que recuerde su valiente prédica a favor de Misiones; mientras tanto en las calles, avenidas y parajes “Pellegrini” de nuestra bendecida Misiones, vivimos el hoy, sin comprender que las claves de cómo será nuestro futuro próximo están, contradictoriamente, en el ayer

Luis Federico Solé Masés – Luis de Misiones

Observador Urbano | Fm Nuestra Radio | lun a vie 16 a 20 – Walter Bravo

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